Todos hemos maldecido nuestro ordenador cuando no reacciona a nuestras órdenes. Pero el colmo llega cuando un programa colapsa nuestro equipo y el proceso en marcha, a pesar de insistir en cancelarlo mediante el administrador de tareas, se niega a ser detenido.
No podemos permitir que una simple aplicación acabe con el normal funcionamiento de nuestro PC. Para ello, ha llegado Process Killer, un programa dispuesto a acabar con todo proceso rebelde.
Esta herramienta se encarga de "matar" todos esos procesos ingobernables que no reaccionan a nuestros mandatos. Lo ideal es utilizarlo en última instancia, pues cierra forzosamente la aplicación en ejecución.
Lo mejor de todo es que no debes preocuparte por la compatibilidad de la herramienta con tu PC, funciona con todas las versiones posteriores al 95 de Windows.
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